Es una corriente que viene de principios del siglo XX y se caracteriza por una nueva sensibilidad que busca
distintas formas experimentales, oponiéndose a las tradicionales, este se manifiesta a través de varios movimientos
que, desde planteamientos divergentes, abordan la renovación del arte, desplegando recursos que quiebren o

distorsionen los sistemas más aceptados de representación o expresión artística, tales como en teatro,
la pintura, la literatura, el cine, o música, entre otros.
La característica primordial del vanguardismo es la libertad de expresión, que se manifiesta alterando la
estructura de las obras, abordando temas tabú y desordenando los parámetros creativos.
En poesía se rompe con la métrica y cobran protagonismo aspectos antes irrelevantes, como la tipografía.
En arquitectura se desecha la simetría, para dar paso a la asimetría.
En pintura se rompe con las líneas, las formas, los colores neutros y la perspectiva.
MOVIMIENTOS
El Ultraísmo tiene bastante en común con el Creacionismo. Desde 1915, el movimiento modernista quedó liquidado. Juan Ramón Jiménez y algunos poetas menores intentan buscar nuevos caminos que fueran “más allá” (en latín “ultra”) del modernismo.
En 1918 comienzan las tertulias de Rafael Cansinos-Assens, rodeado de jóvenes en el Café Colonial de Madrid. Son los gérmenes del ultraísmo, movimiento ultrarromántico que reniega de lo viejo (el modernismo), de la oratoria y la retórica, de los prejuicios moralistas o académicos, y defiende, proclamando que la guerra no ha servido para nada, un estar “adelante siempre en arte y en política, aunque vayamos al abismo”, construyendo la fraternidad universal a través de las nuevas estéticas, siempre “subversivas y heréticas” porque “atacan al régimen y a la religión”.
El Dadaísmo, Dada es una palabra francesa que significa ‘caballito de juguete’ y fue elegida por el poeta y editor rumano Tristan Tzara al abrir al azar un diccionario en una de las reuniones que el grupo celebraba en el cabaret Voltaire de Zurich.

Dadá o Dadaísmo fue un movimiento vanguardista literario y artístico surgido en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, caracterizado por su negación de los cánones estéticos establecidos, y que abrió camino a formas de expresión de la irracionalidad. Abarca todos los géneros artísticos y es la expresión de una protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, en especial contra el militarismo existente durante la I Guerra Mundial e inmediatamente después.
El surrealismo, De “una costilla del dadaísmo” surge en Francia el Surrealismo. En España surgió de los movimientos anteriores hacia 1925 y alcanza su punto culminante hacia 1928.
Los movimientos anteriores buscaban una perfección técnica, una pureza estética y odiaban lo sentimental –tendencia esta que compartían con las artes plásticas del cubismo, etc. La falta de emoción humana y la frialdad intelectual es el resultado.
El surrealismo da un cambio de rumbo. Ahora se busca el “automatismo síquico puro”, la asociación libre de ideas o imágenes, fuera totalmente de la lógica, de la razón. La influencia del sicoanálisis y la “asociación libre” como técnica terapeutica es patente. Se atiende solamente a la presentación del “mundo subconsciente”, de ahí la incoherencia irracional de las relaciones metafóricas, la importancia que adquieren los elementos oníricos y el tono turbulento y angustioso de las alucinadas visiones.
El cubismo nació en Francia en 1906. Sus principales rasgos son la asociación de elementos imposibles de concretar, desdoblamiento del autor, disposición gráfica de las palabras, sustitución de lo sentimental por el humor y la alegría y el retrato de la realidad a través de figuras geométricas. Los inspiradores del movimiento fueron Pablo Picasso y Georges Braque. Algunos de los principales maestros fueron Juan Gris, María Blanchard, Fernand Leger, Jean Metzinger y Albert Gleizes, pero con anterioridad Paul Cézanne ya habría marcado el camino.
El expresionismo fue una corriente pictórica que nació como movimiento a principios del siglo XX, entre 1905 y 1925, en Alemania y otros países centrales en Europa de ámbito germánico y austro-húngaro, ligado al fauvismo francés como arte expresivo y emocional que se opuso diametralmente al impresionismo. Se aglutinó en la década de 1910 en torno a dos grupos: Die Brücke (El puente) y Der Blaue Reiter (El jinete azul). Paralelamente desarrolló su actividad en Viena el grupo de la Secesión, que integraron entre otros Gustav Klimt, Oskar Kokoschka y Egon Schiele.